Si bien el tratamiento de la obesidad se basa en un plan nutricional y de ejercicio, en ocasiones es necesario adicionar medicamentos para bajar de peso. Pacientes que, a pesar de seguir las recomendaciones del nuevo estilo de vida o tengan comorbilidades, pueden beneficiarse de terapias con algunos medicamentos ya aprobados por la FDA para bajar de peso. Uno de ellos es la liraglutida, de la que hablaremos a continuación.
El sobrepeso y la obesidad han venido creciendo de forma importante en el mundo, así como la presencia de enfermedades relacionadas como enfermedad isquémica del corazón, enfermedad cerebrovascular, diabetes tipo 2 e hipertensión arterial, que son potencialmente mortales. De la misma manera, la calidad de vida de quienes padecen este exceso de peso se ve afectada por trastornos como apnea de sueño, osteoartritis, enfermedades degenerativas articulares, incremento en el riesgo de padecer cáncer de esófago, colon, recto, hígado y vesícula biliar.
Adicionalmente al cambio de hábitos de vida, como una alimentación saludable y una rutina de ejercicio periódica, existen opciones farmacológicas que ayudan a la pérdida de peso, que han sido aprobadas por la FDA y que han demostrado efectividad en múltiples estudios clínicos. La mayoría de estos medicamentos funcionan de 2 formas: bien sea disminuyendo el apetito, incrementando la sensación de llenura o bien disminuyendo la absorción de la grasa en el tracto gastrointestinal. Hoy se encuentran disponibles varias opciones, como el orlistat (Xenical®), lorcaserin (Belviq®), naltrexona + bupropión (Contrave®), fentermina + topiramato (Qysmia®) y liraglutida (Saxenda®, Victoza®) de la que hablaremos en esta oportunidad.
1. ¿Cuándo se usan medicamentos para bajar de peso?
La terapia farmacológica está indicada en pacientes que tengan un IMC > 30 y que no presenten ninguna de las comorbilidades mencionadas anteriormente, o en aquellos que tengan un IMC > 27 pero que presenten alguna o varias de las patologías descritas; también son útiles en aquellos pacientes que, a pesar de haber cambiado sus hábitos de dieta y ejercicio de acuerdo con las indicaciones, no logran alcanzar los objetivos necesarios de pérdida de peso. Es importante tener claro que los medicamentos no reemplazan la alimentación saludable y la actividad física, sino que son coadyuvantes para lograr mejores resultados y que su uso debe ser bajo estricto monitoreo por parte del médico tratante.
2. ¿Qué es la liraglutida?
La liraglutida, cuyas marcas comerciales son Saxenda® y Victoza®, es un agonista del receptor del polipéptido 1 similar al glucagón (GLP-1) perteneciente al grupo de miméticos de la incretina, cuyo mecanismo de acción es estimulando la secreción de insulina en el páncreas e inhibiendo la secreción de glucagón, trayendo como consecuencia la reducción de los niveles de glucosa en sangre. Adicionalmente retarda el vaciamiento gástrico, incrementando la sensación de saciedad y disminuyendo el apetito, lo que al final produce la pérdida de peso. Inicialmente fue lanzado como un complemento a la dieta y el ejercicio para lograr un mejor control de las cifras de glicemia en adultos con diabetes tipo 2 que tuvieran enfermedad cardiovascular concomitante, pero la FDA también aprobó su uso como medicamento para bajar de peso en personas con sobrepeso y obesidad.
3. ¿Qué resultados se pueden conseguir al tomar liraglutida? (H3)
El primer efecto que se busca es la reducción del IMC (Índice de Masa Corporal); estudios realizados en cerca de 30.000 pacientes en varios países del mundo han mostrado pérdidas de peso de entre 2 y 15 kilos en periodos que van desde 6 a 14 meses de uso. La sensación de saciedad que produce puede durar hasta 24 horas, generando una disminución importante del apetito que facilita que el paciente se acople de una manera más sencilla al nuevo plan de alimentación saludable; se recomienda que el aporte calórico se restrinja 500 kilocalorías por debajo de los requerimientos individualizados para obtener resultados. Es importante enfatizar que para que se logren los objetivos debe combinarse el plan nutricional y de ejercicios con la administración de liraglutida. Es posible alcanzar una pérdida de peso de hasta un 10% del peso corporal en 12 meses, lo que mejora considerablemente la calidad de vida del paciente, teniendo en cuenta que se ha demostrado en diversos estudios de seguimiento que con un 5 – 10% de pérdida de peso corporal se logra mejorar las complicaciones, como cifras de glucosa en sangre, perfil lipídico y apnea de sueño.
Es muy importante que desde el inicio del tratamiento haya una monitorización constante de los resultados, ya que se ha demostrado que, si durante las primeras 16 semanas de tratamiento no se logra una pérdida de peso superior al 4% el producto no será efectivo y deberá evaluarse su retiro y cambio por otra opción terapéutica.
4. ¿Tomando liraglutida puedo disminuir el ejercicio y dejar la dieta?
NO. Para que se den resultados satisfactorios debe mantenerse el nuevo plan de vida, con hábitos de alimentación saludable y ejercicio rutinario; es importante recordar que la OMS ha recomendado un plan de ejercicio que contemple 300 minutos semanales de actividad aeróbica moderada (actividades que aumentan la sensación de calor, con sudoración leve y aumentos moderados de frecuencia respiratoria y cardiaca pero sin limitar el habla y sin sensación de falta de aire, como caminar o bailar) o 150 minutos semanales de actividad aeróbica intensa (mayor sensación de calor, latidos rápidos del corazón, respiración agitada, mayor sudoración, como trotar, saltar lazo y nadar).
5 ¿Cómo debo tomar la liraglutida?
La liraglutida viene como una solución inyectable para aplicación subcutánea en abdomen, muslo y parte superior del brazo, que deben ir rotándose para evitar la aparición de lipodistrofia. Las presentaciones disponibles son como jeringa prellenada con dosificador para ajuste de la dosis. Su dosificación debe ser indicada y supervisada por un profesional médico.
6. ¿Qué efectos puedo tener al tomar lireglutida?
Todos los medicamentos producen efectos adversos y la liraglutida no es la excepción; en los estudios realizados se evidenciaron efectos leves, los más comunes son náuseas, estreñimiento y diarrea; efectos más severos se presentaron en una muy baja proporción en pacientes con tratamientos prolongados (mayores a 18 meses), entre los que se pueden mencionar pancreatitis, fibrilación auricular y cáncer de seno, próstata, intestino y tiroides. Debido a lo anterior, el médico tratante debe hacer un exhaustivo examen y verificación de antecedentes patológicos familiares antes de iniciar la terapia.
7. ¿Por cuánto tiempo debo tomar liraglutida?
La duración del tratamiento depende de varios factores, como resultados en las primeras 16 semanas, presencia de efectos adversos que obliguen a suspenderlo y a la posibilidad de pagarlo, ya que es un medicamento costoso. Hay estudios de seguimiento a pacientes hasta 36 meses, pero si se siguen juiciosamente las indicaciones del médico a los 12 meses se puede producir una pérdida de peso entre 3% y 7% mayor a la lograda si se manejara solo dieta y ejercicio. Una vez suspendido el medicamento puede recuperarse entre un 3% y un 5% del peso perdido, pero si se mantienen los hábitos saludables de alimentación y ejercicio esta ganancia puede limitarse de manera importante.
En CIGEO contamos con médicos especialistas en el manejo de terapias farmacológicas para la pérdida de peso, por lo que te invitamos a que agendes una cita con el fin de poder acompañarte en tu proceso de pérdida de peso.
