La obesidad ha sido llamada por algunos “la pandemia invisible del siglo XXI”, una enfermedad que de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mata cada año a cerca de 2.8 millones de personas en todo el mundo (en 2 años el COVID 19 ha matado 5.6 millones de personas, por lo que la proporción es igual). Lamentablemente no se le da la debida importancia y a pesar de que es causa de alteraciones potencialmente mortales como enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y dislipidemias, rara vez aparece como causa de muerte en los certificados de defunción. En Colombia, según datos de la Encuesta Nacional de Salud del año 2015, de los adultos entre 18 y 64 años el 37,7% tienen sobrepeso y el 18,7% obesidad; en otras palabras, más de la mitad de la población adulta en Colombia tienen problemas importantes de peso, y de acuerdo con la misma encuesta, afecta en mayor proporción a las mujeres.
Muchas personas buscan soluciones, en la mayoría de las ocasiones pensando más en la parte estética que en las consecuencias sobre la salud a mediano y largo plazo, por lo que inician diversidad de dietas y programas de ejercicio, pero cuando se dan cuenta que no obtienen los resultados deseados, comienza la búsqueda de soluciones alternativas y más agresivas, como terapia farmacológica o la conocida cirugía bariátrica. Pero… ¿se pueden ofrecer opciones efectivas, que ni impliquen procesos tan invasivos como la cirugía, a la que muchos no quisieran llegar? La respuesta es SI, pero desafortunadamente no a todos los pacientes obesos: existe una opción mínimamente invasiva llamada Balón Intragástrico que se indica en pacientes con Índice de Masa Corporal entre 25 y 39.
Consiste en la introducción en el estómago, por medio de endoscopia o deglución, de un dispositivo de silicona que al llenarse de líquido o de aire, entre 400 y 700 cm3, adopta la forma de un balón, ocupando una buena parte del estómago, causando por ende una sensación de saciedad y disminución del apetito, lo que llevará al paciente a perder peso. Existen 2 tipos de balón: el endoscópico que, como su nombre lo indica, se coloca mediante endoscopia, procedimiento mínimamente invasivo que no requiere anestesia general ya que se hace bajo sedación y que en manos de un cirujano experto tiene mínimas complicaciones. El otro tipo de balón es el tragable, que es el procedimiento menos invasivo de todos, ya que simplemente se ingiere. Pero vamos a hablar un poco más de cada tipo de balón.
El balón endoscópico está indicado en pacientes con un IMC superior a 30 o 25 en aquellas personas con alguna patología asociada que obligue a una baja de peso mayor y más rápida; una vez se introduce se llena con 400 a 700 cm3 de solución salina + azul de metileno y se verifica que la colocación sea correcta, proceso que no toma más de 15 minutos. Sus resultados son exitosos en el 85% de los casos, siempre y cuando el paciente siga de manera juiciosa un esquema de nutrición saludable asociado a un programa de ejercicio, casos en los que se espera una baja de peso entre 14 y 30 kg. En algunos casos, que pueden ir entre un 15% y un 40%, los pacientes no pierden el peso esperado, situación que se produce principalmente por dos factores: el no seguir las indicaciones de cambio de hábitos de vida, indispensable para el éxito, o la intolerancia al dispositivo, que produce molestias al ingerir alimentos pesados y digestiones muy prolongadas, lo que obliga a su retirada antes del tiempo especificado. En algunos programas de seguimiento se ha visto que un 10% de pacientes bajan entre 6 y 10 kg y un 5% bajan menos de 5 kg. Existen balones para 6 y 12 meses y se ha observado que los pacientes que logran cambiar sus hábitos toleran el dispositivo la totalidad del tiempo; lamentablemente, es el menor porcentaje. Una vez cumplido el periodo de tratamiento, el balón se retira por medio de endoscopia. Una vez retirado el balón si el paciente no ha cambiado su estilo de vida, puede recuperar el peso perdido, lo que se ha visto hasta en un 41% de los casos; en aquellos pacientes que logran este cambio, se ha visto que pueden seguir perdiendo peso (3 Kg de media) en los siguientes 6 meses. En algunos casos se usa en pacientes con obesidad mórbida que deban tener una pérdida de peso inicial para llegar en condiciones óptimas a una cirugía bariátrica como el bypass; no reemplaza este tipo de procedimientos quirúrgicos mayores dado que estos pacientes deben perder demasiado peso y en 6 o 12 meses es casi imposible lograrlo.
El balón tragable está indicado en pacientes que no requieran perder grandes cantidades de peso (entre 15 y 20 kg) y es un dispositivo fruto de la miniaturización del balón en una pequeña cápsula que se deglute con facilidad y una vez ha llegado al estómago se llena con 400 a 500 cm3 de solución salina; el procedimiento es muy sencillo, no requiere anestesia ni sedación, pero debe realizarse en una sala con endoscopio y RX disponibles, en caso de que se presente alguna complicación de colocación que requiera corrección endoscópica, situación que es muy remota (menos de 0.1%) si el procedimiento es realizado por un profesional entrenado y experto. El material del que está hecho es compresible y ligero, lo que hace que luego de 4 meses la válvula que lo cierra se deshaga, dejando salir el líquido, tras lo cual el estómago lo expulsa con facilidad en las heces. Este tiempo es suficiente para lograr la pérdida de peso deseada, siempre que se sigan las indicaciones de cambio de hábitos.
Como se puede ver, aunque menos invasivo e ideal en pacientes que no tienen un sobrepeso tal que los catalogue como obesos mórbidos, el balón gástrico no es garantía de éxito ni evitará que una persona con malos hábitos de alimentación y que no hace ejercicio siga subiendo de peso y llegue a requerir opciones más invasivas.
El éxito de todos los tratamientos no se da por el tipo de procedimiento… está en la conciencia de cambio que un paciente, indispensablemente, debe tener al tomar la decisión de realizarlos.
En CIGEO contamos con un equipo de profesionales en nutrición, programas de ejercicio y psicología que acompañarán tu proceso, previo y posterior a la intervención, para que tengas todas las herramientas para lograr ese cambio deseado y, lo más importante, se mantenga en el tiempo.
