Se presenta reflujo gastroesofágico cuando hay una incompetencia en la válvula encargada de dar paso a los alimentos del esófago al estómago.
Esta válvula tiene además la función de impedir que se devuelvan o regurgiten los ácidos gástricos al esófago.
La debilidad o fácil apertura de la mencionada válvula hace que no cumpla con su principal objetivo.
Al haber una disfunción en la válvula, llamada Esfínter Esofágico Inferior o cardias (se ubica en la unión gastroesofágica) los alimentos y ácidos regurgitados causarán lesiones inflamatorias en la mucosa del esófago.
Esto aumenta el riesgo de que a mediano plazo se generen lesiones potencialmente malignas, que de no ser tratadas pueden llevar a una lesión cancerosa.
Cuando se han utilizado medidas terapéuticas sin éxito, la opción que queda es pensar en una corrección quirúrgica.
Dentro de las medidas fallidas se encuentran el cambio de hábitos de alimentación, mejoras en masticación, postura y tratamientos farmacológicos (Inhibidores de la bomba de protones y protectores de mucosa).
La opción quirúrgica más utilizada es la cirugía laparoscópica del reflujo gastroesofágico o Fundoplicatura de Nissen.
Consiste en corregir la presión del esfínter esofágico inferior plegando una porción del estómago sobre el esófago, envolviéndolo.
Al pasar el esófago por este “túnel” formado por el estómago, la válvula se fortalece por el aumento de presión, por lo que se impide el reflujo de ácidos gástricos y alimentos del estómago al esófago.
Bajo anestesia general el cirujano realiza 5 pequeñas incisiones en la parte superior del abdomen, de 5 a 10 milímetros cada una.
Por estas pequeñas incisiones será por donde se introducirá una cámara y el material quirúrgico necesario para la intervención.
Para comenzar el procedimiento se introduce aire o bióxido de carbono en el abdomen para una mejor visualización de las estructuras, permitiendo mejor maniobrabilidad por parte del cirujano.
La cirugía laparoscópica del reflujo gastroesofágico permite, adicionalmente, la corrección de hernias hiatales, si existiesen, lo que mejora también la condición de reflujo.
La cirugía tradicional o abierta es más invasiva y traumática que la cirugía laparoscópica. Con esta última técnica las incisiones son de un tamaño muy pequeño, lo que hace que el postoperatorio sea menos doloroso.
La hospitalización será únicamente de 2 a 3 días, luego de lo cual se logra una recuperación más rápida y un más pronto retorno a las actividades rutinarias (2 a 3 semanas).
Sin embargo, ambas cirugías requieren de un cambio importante en los hábitos de alimentación.
Mientras el tejido sana se deben comer alimentos líquidos y blandos por algunas semanas, incluso un par de meses, en donde progresivamente irá normalizando la ingesta de sólidos.
Cabe anotar que en algunos pacientes el proceso laparoscópico puede no ser terminado exitosamente y se requiera pasar a una cirugía abierta.
Durante la intervención, por causas anatómicas que el cirujano encuentre en el proceso, se hará necesario cambiar la técnica a cirugía convencional.
Esto no es una mala práctica o un error médico. Por el contrario, es una decisión que toma el médico tratante para hacer un procedimiento correcto que logre los objetivos iniciales.
La mayoría de las personas que se someten a este procedimiento mejoran de manera importante los síntomas y signos del reflujo gastroesofágico, mejorando también las lesiones esofágicas.
Sin embargo, existe la posibilidad de que algunos pacientes puedan volver a experimentar síntomas después de un tiempo, por lo que podrían requerir una nueva intervención.
Adicionalmente, en algunos casos la cirugía puede ocasionar la aparición de sintomatología diferente, como dificultad al tragar, aumento del gas en el estómago, flatulencia y dificultades para eructar.
Esta es considerada una operación segura. Sin embargo, pueden presentarse situaciones que deben ser comunicadas al médico tratante:
Los profesionales de CIGEO tienen una amplia experiencia en la realización de este tipo de cirugías, lo que minimiza los riesgos de complicaciones derivadas del procedimiento.