El balón gástrico endoscópico Orbera® hizo su aparición en estados Unidos en el año 1991. Es el primero de una generación de tratamientos basados en la introducción de dispositivos intragástricos tipo balón.
Este dispositivo, desarrollado por la compañía Apollo Endosurgery, es el procedimiento bariátrico endoscópico más utilizado en el mundo.
Además, el que mayor tiempo y casos registrados tiene a la fecha, con cerca de 300.000 pacientes y 230 estudios clínicos de seguimiento en 80 países del mundo.
Orbera® es un dispositivo de forma esférica fabricado en silicona flexible, de aproximadamente 13 cm de diámetro.
Para su colocación se presenta en forma comprimida, unido a un tubo flexible para el llenado, conectado a su vez a una válvula radiopaca autosellante.
El balón gástrico, una vez colocado en el estómago, reduce de forma importante la cantidad de comida que puede ingerirse.
Esto inicia un proceso de “re-educación” cerebral, que generará una sensación anticipada de llenura.
Como todo procedimiento bariátrico, el soporte del equipo de especialistas de CIGEO ayudará al paciente en su proceso de cambio de hábitos de nutrición y actividad física.
Es importante que tengas en cuenta que el balón por sí solo no produce la pérdida de peso necesaria para alcanzar un peso saludable.
El balón permanecerá 6 meses, luego de lo cual se retira mediante un nuevo procedimiento endoscópico y el paciente deberá permanecer en monitoreo con nuestro equipo por, al menos, 6 meses más.
Sin embargo, CIGEO ofrece y recomienda un acompañamiento al paciente por un espacio de 3 años.
El procedimiento se hace por medio de una endoscopia, que requiere que el paciente esté sedado.
El primer paso es hacer una revisión endoscópica del estómago para verificar que no hay alteraciones que impidan la colocación del balón.
Estas pueden ser lesiones inflamatorias en el estómago o úlceras gástricas, que no hayan sido identificadas en la historia clínica del paciente.
Una vez verificada la viabilidad del procedimiento, el balón gástrico se introduce por la boca a través del esófago y se coloca en el fondo gástrico.
Posteriormente debe ser llenado por el tubo flexible con 550 a 700 mililitros de solución salina, quedando un globo que flota libremente en el estómago.
El tubo de llenado es retirado endoscópicamente, finalizando la intervención. El proceso completo toma entre 20 y 30 minutos.
Una vez finalizado el procedimiento el paciente puede regresar a su casa, pudiendo reintegrarse a su actividad habitual dentro de los 2 a 3 días siguientes.
Durante los 2 ó 3 primeros días el paciente puede experimentar sensación de náuseas, vómito, cólicos, distensión abdominal y sensación molesta de llenura.
En la mayoría de los casos estos efectos son leves y fácilmente tratables con medicación.
La adaptación al balón gástrico toma, en la mayoría de los casos, entre 3 y 8 días, posterior a lo que el estómago se adapta a su presencia y los síntomas molestos van desapareciendo progresivamente.
El síntoma más frecuente reportado después de esta semana de adaptación es la sensación de llenura con pequeñas cantidades de alimento.
El acompañamiento del equipo de CIGEO comienza con anterioridad al procedimiento, una vez hecha la primera valoración con el cirujano bariátrico.
Si se verifica la viabilidad del procedimiento para el paciente, éste es valorado por nuestros profesionales en nutrición, preparación física, psiquiatría, medicina interna y enfermería.
Ellos serán quienes prepararán al paciente para el día del procedimiento. Una vez se ha realizado, el paciente tendrá controles mensuales con nuestra nutricionista, preparador físico, cirujano bariátrico.
Por otra parte, tendrá controles bimensuales con medicina interna y psiquiatría, durante los 6 meses en los que está implantado el balón.
Este primer periodo es en el que se logra el mayor porcentaje de pérdida de peso, y al menos 6 meses después de retirado el mismo.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el cambio y adopción definitiva de hábitos saludables toma un tiempo importante, CIGEO ofrece en su programa un acompañamiento a 3 años.
De esta manera nuestro equipo maximizará las posibilidades de éxito y disminuirá el riesgo de reganancia de peso.
Luego de 6 meses de colocado el balón gástrico, éste se retira por medio de una endoscopia bajo sedación profunda.
Se introduce un catéter para puncionar el balón y vaciarlo por completo.
Posteriormente, usando una pinza extractora, el balón vacío y plegado se retira por la boca.
Este procedimiento toma cerca de 20 minutos y es, como el de colocación, ambulatorio.
La experiencia de más de 20 años y cerca de 300.000 pacientes ha demostrado que es un procedimiento seguro.
Sin embargo, en medicina no existe el riesgo cero en ninguna intervención, y como en cualquier acto médico, existen riesgos que se presentan en un muy bajo porcentaje, pero que deben tenerse en cuenta.
El equipo de profesionales de CIGEO brindan un permanente acompañamiento y estrecho seguimiento a las condiciones físicas y emocionales de nuestros pacientes.
De esta forma podremos actuar de manera oportuna en el manejo y control de cualquiera de estas situaciones que llegaran a presentarse.