El Balón Gástrico Ingerible Allurion, un novedoso dispositivo que se conocía anteriormente como “Balón Elipse”, se lanzó al mercado por la compañía Allurion Technologies en el año 2015.
Se creó como una promisoria alternativa, mínimamente invasiva, para el tratamiento de pacientes con sobrepeso y obesidad.
Su principal ventaja es que no requiere sedación ni anestesia, que son necesarias en los demás procedimientos bariátricos, bien sea realizados por vía endoscópica o laparoscópica.
El balón gástrico ingerible está hecho de poliuretano de grado médico, lo que lo hace un 85% más delgado que los balones de silicona.
Además le permite ser plegado dentro de una pequeña cápsula de fácil deglución unida a un delgado catéter para su llenado.
Una vez el balón se aloja en el estómago correctamente se procede a retirar el cateter de manera muy sencilla.
Disponible en cerca de 50 países, a la fecha hay registrados más de 70.000 pacientes que han optado por este tratamiento.
Es importante dejar claridad que el balón es parte de un plan de pérdida de peso muy bien estructurado, llamado “Programa Allurion”.
Es un programa de comprobada eficacia y seguridad, que se basa en 4 pilares fundamentales:
Este sencillo procedimiento es ambulatorio y no toma más de 15 a 20 minutos en el consultorio médico.
Como lo mencionamos anteriormente no requiere endoscopia y, por ende, tampoco sedación ni anestesia.
El paciente, ayudado por un vaso de agua, ingiere en balón gástrico que va plegado dentro de una cápsula vegetal conectada a un catéter.
Una vez ingerido, se realiza una radiografía para verificar que la posición del balón es correcta dentro de la cavidad gástrica.
La cápsula se degrada en el estómago liberando el balón, que se llena inmediatamente con 550 mililitros de agua a través del catéter.
Posteriormente se realiza una segunda radiografía para confirmar que el balón está lleno, para luego retirar cuidadosamente el catéter, finalizando el procedimiento.
El balón gástrico ingerible Allurion ocupa espacio en el estómago e induce la pérdida de peso debido a la rápida sensación de saciedad.
Además retrasa el vaciado gástrico y reduce la cantidad de alimentos que se ingieren en cada comida.
El balón permanece en el estómago por un periodo de 16 semanas (4 meses). hacia la semana 16 la válvula de vaciado patentada se abre.
El líquido se vacía pasando por vía natural en micción, permitiendo que el balón vacío se pliegue y se elimine a través del tracto gastro intestinal en deposición.
Parte fundamental del éxito del programa es el permanente acompañamiento por parte de nuestro grupo de profesionales.
Ellos apoyarán el cambio que debe realizarse, de manera definitiva, en los hábitos de nutrición y actividad física.
Además ayudarán en el manejo de cualquier barrera mental y psicológica que pueda interferir en el logro de resultados.
El tiempo mínimo de seguimiento es 6 meses, aunque CIGEO recomienda un seguimiento entre 1 y 3 años para tener mayores posibilidades de lograr y mantener buenos resultados.
La motivación más importante para asumir el reto de perder los kilos de más es ver día a día los resultados.
Es por esto que Allurion entrega a cada paciente una báscula digital de composición corporal y un monitor de salud, que se usa en la muñeca como un reloj.
Ambos dispositivos se sincronizan con una App, desarrollada por Allurion.
Esto permite que tanto el paciente como todo el equipo de apoyo de CIGEO, reciba la información sobre su progreso en tiempo real.
Para que los datos sean compartidos con nuestro equipo, el paciente debe sincronizar la Suite de cuidado virtual.
El programa Allurion está diseñado para que nuestros pacientes logren su objetivo de lograr un peso saludable.
Por esto ofrece una garantía que, en caso de que el balón se elimine antes de 90 días, le repondrá, sin costo adicional, un nuevo balón para que pueda continuar su tratamiento de manera satisfactoria.
Adicionalmente cubre 4 eventos adversos severos que puedes ver de manera completa que puedes consultar con nuestros asesores.
El balón gástrico ingerible Allurion está indicado para pacientes con sobrepeso grado 2 (índices de masa corporal entre 27 y 29 kg/m2) u obesidad leve grado 1 (IMC entre 30 y 34,9 kg/m2).
Puede utilizarse en pacientes con obesidad mórbida (IMC superior a 50 kg/m2) como un coadyuvante para disminuir el exceso de peso que permita que el paciente sea apto para una cirugía bariátrica.
Adicionalmente en aquellos pacientes con contraindicaciones para la cirugía o alto riesgo anestésico.
En estos casos se utiliza una metodología llamada balón secuencial, que consiste en colocar un balón durante 4 meses, dejar 4 meses de intervalo para colocar un segundo balón durante otros 4 meses.
En diversos estudios de seguimiento a pacientes de varios países, se ha evidenciado una pérdida aproximada del 10% al 15% del peso corporal total en el programa de 6 meses.
Adicionalmente, la pérdida de peso llega a un promedio de 22.8% con el programa de balón secuencial.
Sin embargo, es importante recalcar que los resultados dependerán del compromiso y cambio de hábitos nutricionales y de actividad física de cada paciente.
Ningún procedimiento bariátrico, por sí solo, puede garantizar que la pérdida de peso lograda después de su realización sea permanente.
Esto dependerá de la adopción definitiva de hábitos de vida saludables por parte del paciente y del acompañamiento del equipo de profesionales.
Con el programa Allurion hasta el 95% del peso que se logra perder se mantiene durante el primer año de implantado el balón, si los pacientes se adhieren a lo aprendido en el programa.
Es por esto que CIGEO ofrece a sus pacientes un seguimiento por parte de su grupo de profesionales durante 3 años, para minimizar los riesgos de re-ganancia de peso.
Es obvio que después del procedimiento, nuestra nutricionista establecerá un nuevo régimen nutricional que debe ser adoptado de manera permanente por el paciente para lograr los resultados esperados.
El proceso de adaptación inicial será monitoreado de forma permanente por nuestro equipo, recomendándose para las primeras 24 horas consumir exclusivamente líquidos claros.
Si hay una buena tolerancia se pasará a dieta blanda por las siguientes 48 horas para finalizar este proceso a las 72 horas, cuando el paciente ya puede comer de manera normal.
Algunos pacientes retoman la ingesta normal a las 48 horas