La cirugía de Bypass Gástrico también es conocida como bypass gástrico en Y de Roux.
Este procedimiento se considera mixto, ya que combina una técnica restrictiva con una técnica malabsortiva.
La técnica restrictiva reduce de manera considerable el tamaño del estómago y por ende la cantidad de comida que se puede ingerir.
Con la técnica malabsortiva se modifica el tránsito digestivo en el intestino, por lo cual este absorbe menos nutrientes, como grasas y azúcares.
La combinación de ambas técnicas produce resultados excelentes en cuanto a pérdida de peso y a la mejoría de condiciones asociadas a la obesidad.
Las más frecuentes son diabetes tipo 2, hipertensión arterial y apnea obstructiva del sueño.
Es una cirugía que ofrece un mayor porcentaje de pérdida del exceso de peso (entre 60% y 70%) con excelentes resultados a largo plazo.
Como en otros procedimientos bariátricos, esto se logra siempre que el paciente modifique su estilo de vida, adoptando hábitos saludables de nutrición y ejercicio.
El bypass gástrico se realiza bajo anestesia general profunda por técnica laparoscópica.
A través de 5 pequeñas incisiones en la parte superior del abdomen el cirujano introduce una cámara y el instrumental necesario para su realización.
El cirujano corta la parte superior del estómago, separándolo del resto, creando un pequeño reservorio (llamado también pouch) de entre 20 y 30 ml.
Este pequeño reservorio se aísla del resto del estómago para que sólo por esta pequeña cavidad pase la comida.
El nuevo reservorio solamente puede contener una onza (28 gramos) de comida, muy inferior a los casi 1.500 gramos que un estómago puede llegar a contener.
Posteriormente, se corta el intestino delgado y se une directamente a este reservorio o “nuevo estómago”.
Esto genera una desviación del tránsito digestivo creando 2 vías que simulan una Y.
En términos prácticos, esta modificación anatómica hace que por una vía (la nueva) pase la comida sin recorrer el resto del estómago ni la parte inicial del intestino delgado.
Al estar la zona del intestino delgado cerca del páncreas, éste no se estimula.
Por la otra vía pasan las secreciones del hígado, la vía biliar y el páncreas, que se necesitan para hacer la digestión cuando se unan al alimento en la parte media del intestino delgado.
La cirugía dura poco más de 2 horas y requiere de un periodo de hospitalización de 2 a 3 días.
En términos generales, la recuperación es rápida y el proceso posterior debe ser estrictamente monitorizado por el equipo de profesionales de CIGEO.
Inicialmente se inicia la alimentación con líquidos, que se mantendrán por unos días mientras el estómago y el intestino logran mejor tolerancia.
Posteriormente se inician alimentos blandos, como purés y papillas que progresivamente, y a medida que el estómago se hace más fuerte, pueden ser sólidos hasta que se retorne a la normalidad.
Es muy importante el establecimiento de un nuevo régimen de nutrición saludable, por lo que hay restricciones en cuanto a tipos y cantidades de comida que se pueden ingerir.
Como la absorción de algunos nutrientes se pierde, es necesario tomar suplementos multivitamínicos con hierro, calcio y vitamina B-12 de manera permanente.
Durante los primeros 3 a 6 meses se logra la mayor pérdida de peso (hasta 5kg por mes) que va disminuyendo y estabilizándose en los meses posteriores.
Los resultados dependen del seguimiento de las recomendaciones de nutrición y ejercicio saludables.
Es frecuente en este periodo inicial la presencia de síntomas como dolor generalizado, decaimiento, fatiga, sensación de frío, resequedad en la piel, pérdida de cabello y cambios en el estado de ánimo.
El Bypass Gástrico es la alternativa idónea para aquellos pacientes con obesidad mórbida (IMC > 40) o aquellos que tengan IMC entre 35 y 39,9 que tengan comorbilidades producto de la obesidad.
Estas comorbilidades son hipertensión arterial, diabetes tipo 2, apnea obstructiva de sueño, entre otras.
Teniendo en cuenta los drásticos cambios que el paciente debe afrontar, es vital que se pueda verificar su estado mental y psicológico, para evaluar el grado de adherencia que va a tener al tratamiento.
Por ello antes de proceder con el bypass gástrico se realiza una valoración por parte del psiquiatra.
Su concepto es muy importante, ya que sería inconveniente realizar una intervención de estas dimensiones en alguien que no va a cumplir con los cambios requeridos en su estilo de vida.
Con esta técnica se logran resultados que en promedio son superiores a los obtenidos por otros procedimientos bariátricos (entre un 60% y 70% del exceso de peso en un plazo de 2 años).
Adicionalmente, el peso se pierde más rápido. Pero para que estos resultados se den el paciente debe seguir cuidadosamente las recomendaciones en cuanto a nutrición y ejercicio.
Otro de los efectos positivos que se han demostrado es la mejoría de las comorbilidades como diabetes tipo 2, hipertensión, reflujo gastroesofágico y apnea de sueño.
En buena parte de los casos estas comorbilidades pueden mejorar antes de que se den pérdidas significativas de peso.
Otro importante beneficio es la mejora en la capacidad de movilidad y para realizar actividades rutinarias, lo que a mediano plazo trae una significativa mejoría de la calidad de vida.
Al igual que otros procedimientos y cirugías, el bypass gástrico puede tener riesgos y complicaciones que, aunque se presentan en muy raras ocasiones, pueden requerir manejo inmediato.
Incluso puede ser necesaria una nueva cirugía, ya que podrían llegar a ser potencialmente letales. Entre las posibles complicaciones podemos mencionar:
A largo plazo podrían presentarse complicaciones como obstrucción intestinal, cálculos biliares, hernias, desnutrición, úlceras, perforación del estómago.
Por lo anterior es fundamental que el paciente que se haya practicado esta cirugía tenga un monitoreo y seguimiento permanente por parte del equipo de profesionales.
Este acompañamiento se recomienda como mínimo durante 2 años. CIGEO ofrece apoyo durante 3 años por parte de su equipo de profesionales (cirujano, nutricionista, preparador físico, psiquiatra, internista).
Nuestro objetivo es prevenir y tratar de manera oportuna posibles complicaciones, así como para minimizar los riesgos de no alcanzar los objetivos de pérdida de peso deseados o reganancia después de bajar de peso.